La campaña Gucci Bloom y los prerrafaelitas

La publicidad bebe, en ocasiones, directamente de la pintura. Es el caso de la campaña Gucci Bloom que, tras mucho tiempo en antena, sigue funcionando por la fuerza de las imágenes.

Gucci Bloom es una fragancia floral. Y bajo este sencillo concepto Gucci ha desarrollado una campaña de publicidad con una fuerza alucinante. Mujeres, flores y un jardín imaginado son los protagonistas del anuncio que llevas viendo en televisión un tiempo atrás.

¿Que por qué dura tanto en antena si los anuncios siempre se renuevan cada vez antes? Porque funciona muy bien. Existe, detrás, una estética pegada a la pintura inglesa del siglo XIX que vino de la mano de unos jóvenes rebeldes llamados prerrafaelitas. Podrás encontrar sus obras en el Museo de Orsay. En un momento en el que la pintura inglesa parecía estancada en convenciones académicas y se encuentra en un callejón sin salida creativo, como cuenta la web del museo, Hunt, Millais y Rossetti, tres jóvenes rebeldes y estudiantes de la Royal Academy, ambicionan crear una nueva pintura.

Los prerrafaelitas: unos jóvenes rebeldes estudiantes de la academia inglesa que proponen volver al arte anterior a Rafael.

De izquierda a derecha: “Ophelia”, de Millais, “Rosa Triplex”, de Rossetti y “Amaryllis”, de Hunt.

La acogida a sus obras es hostil: los prerrafaelitas son objeto de ataques en sus exposiciones de 1850 y de 1851, pues se les reprocha su tratamiento trivial de los temas sacros. Esta hermandad de pintores, poetas y críticos se disuelve pronto, pero es indiscutible que su influencia ha llegado hasta la actualidad, inclusive en la publicidad. Que la publicidad toma ideas de la pintura es habitual. En ambos casos supone la creación de imágenes y los recursos pasan de un ámbito a otro. En este caso concreto, las imágenes coloridas, llenas de simbología y referencias literarias, son evidentes.

A la izquierda, detalle de la campaña Gucci Bloom. A la derecha: detalle de la obra Ophelia, de Millais.

En concreto, gracias a William Morris, el prerrafaelismo toma especial relevancia en las artes decorativas, basta con observar la exaltación de las líneas femeninas y vegetales del Art Nouveau.

 

Un bello jardín

Pero no me olvido de la campaña de Gucci Bloom. De hecho, una vez tomado el primer contacto con este grupo de pintores uno entiende el objetivo que hay detrás de este anuncio. “Quería una fragancia floral blanca e intensa, una esencia audaz que transporte a un extenso jardín repleto de flores y plantas, un bouquet de abundancia”, explica Alessandro Michele, diseñador y creador del perfume. Si uno piensa en mujeres y jardines, es inevitable sentirse transportado a esta hermandad inglesa del XIX.

La campaña ha sido rodada en Nueva York, y el anuncio recreaba un jardín imaginario y la memoria de un pase por su interior.

Tres mujeres pasean por Nueva York y toman té en sus calles. Pronto se ven sumidas en un gran jardín imaginario y transportadas a las aguas de un lago lleno de nenúfares. La referencia a las flores, al agua y a la feminidad serían el triángulo que hace indiscutible esta relación. Así lo cuenta, de nuevo, Michele en la web de Gucci“La visión de la campaña es la idea de urbanidad y cómo los aromas pueden ser una forma de viajar a algún destino inexistente, puramente imaginario, es la idea surrealista del jardín como vestimenta”Un jardín que, por qué no, puede estar estrechamente relacionado con el Jardín del Edén. 

Un detalle de la campaña. A la derecha: The Lady of Shallot, de William Waterhouse