Telecinco y sus series: Ángel o demonio

| R.E.M. – Losing my Religion

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No, otra vez no. 2011, Telecinco compra CNN+ y la convierte en Gran Hermano 24 horas y, después, anuncia esta serie en televisión: Ángel o demonio. Promete ser bastante pobre (me imagino una historia tipo Crepúsculo pero sin sexo), y más dentro del contexto de una cadena que no hace demasiado por promover la cultura. Bien, nadie le obliga, pero ¿equivocar? Eso no. No y no.

Él es Antonio Cánova, quien, con 30 años y por encargo de un Lord inglés, realiza la escultura Psique reanimada por Amor. Y a quien, por cierto, no creo que le gustara ver su escultura en un trailer, con pésima música de película de terror (acompañada de gritos y fuertes respiraciones) y frases del tipo: El mal tiene infinitas formas de manifestarse, pero sólo hay una de combatirlo; ángeles caídos, lo que se ha escrito sobre ellos es mentira, la realidad es mucho peor

¿Por qué? Porque no tiene nada que ver con lo que hizo. Es más, justamente es lo contrario. Metido de lleno en el academicismo (hemos dejado atrás el movimiento exagerado del Barroco) nos presenta un momento de máxima calma.

Una obra que constituye una síntesis entre el clasicismo romano y el Rococó veneciano. Y un equilibrio total entre belleza y sensualidad, entre pasión y ternura. ¿Ángel o demonio? No creo. Es una historia preciosa, además. Afrodita (dios del amor y la lujuria), celosa de la belleza de la mortal Psique (personificación de la belleza), encarga a Eros (dios de la atracción sexual) que Psique se enamore del hombre más feo del mundo; con tan mala suerte que Eros acaba enamorándose de la bella Psique. Y aquí los tenemos, en una composición que concentra toda la tensión en el círculo central: el beso.