Picasso y sus arlequines

Desde el 28 abril, el Museo Thyssen muestra un bonito estudio sobre Arlequín con espejo, una de las obras de Pablo Picasso que alberga el museo en su colección permanente.

Hemos visto la obra presidiendo la cubierta del catálogo de los maestros modernos. Allí está Picasso, en un autorretrato. Irreconocible por una máscara circense que no nos deja ver su rostro. Pero no es la única obra donde aparece un arlequín, ¿por qué esa fijación? ¿qué hay en esta figura del mundo circense que tanto atraía a Pablo Picasso?

Durante 5 meses, la obra ha permanecido fuera de las salas, sin que el público pudiera verla pero con un objetivo claro: estudiarla para que los visitantes pudiera entenderla mejor. Así lo ha explicado Guillermo Solana, director del museo, con motivo del 25 aniversario. Por tanto, esta exposición es el resultado de un estudio que parte del museo y en el que han colaborado dos áreas, Restauración y Pintura Moderna. ¿Qué se buscaba? Mostrar los aspectos más interesantes del proceso creativo de la obra sin otro objetivo que explicar, en última instancia, cómo trabajaba Picasso.

¿Qué técnicas utilizaba?, ¿cómo componía los materiales?, ¿se aplicaban estos en estratos?, y, más conmovedor, ¿existen variaciones o rectificaciones en la obra del malagueño? Todas estas pistas ayudan a comprender la obra, pero sin perder de vista que aportan valiosísima información para comprender el universo pictórico completo de Pablo Picasso. El pintor acababa de volver de su viaje a Italia en 1917 y se encontraba fascinado por aquellos nuevos planteamientos clásicos que había visto, pero no podía liberarse de la libertad que le había otorgado el cubismo.

“Picasso está todavía inmerso en su periodo neoclásico, de iconos de belleza, de modelos grecorromanos, y se ha cansado en el año 1923. El cambiar la pierna y sustituirla por una mal dibujada, pintada, deforme es como decir: no sigo jugando a este juego”, explica Guillermo Solana.

Tras su vuelta de Italia, Picasso mantiene esa vena expresionista anterior, pero nos encontramos con un artista más poético, alguien que se enfrenta a la realidad con más serenidad. Es en este contexto donde nos encontramos uno de los temas protagonistas, el arlequín, que el pintor utiliza como una reflexión sobre la propia figura del artista y su desarraigo en la sociedad. El artista es un personaje marginal en la sociedad que vive Picasso.


Estudio técnico de Arlequín con espejo (1923), de Picasso from museothyssen on Vimeo.


La exposición permanece hasta el 8 de octubre de 2017 en la sala 45 (planta baja) del Museo Thyssen.
Hora: los lunes, de 12 a 16, y de martes a domingo, de 10 a 19.
Precio: incluido en la entrada única
Acceso gratuito los lunes de 12:00 a 16:00 gracias al patrocinio de Mastercard