La pintura surrealista: Ernst, Miró, Dalí, Tanguy y Magritte

Surrealismo: Automatismo psíquico puro mediante el cual se intenta expresar verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo el funcionamiento real del pensamiento. Dictado mental sin control de la razón, más allá de cualquier consideración estética o ética.


Esta definición del surrealismo fue aportada por André Breton en 1924 para el Primer manifiesto del surrealismo. Para ella,  intentó aplicar una fórmula parecida a la de los diccionarios o las enciclopedias. También se añadió: Filosofía: El surrealismo se basa en la creencia de una realidad superior de ciertas formas de asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo, y en el libre ejercicio del pensamiento. Tiende a destruir definitivamente todos los restantes mecanismos psíquicos, y a sustituirlos por la resolución de los principales problemas de la vida.

El surrealismo es un movimiento artístico surgido en Francia a partir del dadaísmo, en la década de los años 1920, en torno a la personalidad del poeta André Breton. Lo interesante es que Breton incluye en el Surrealismo a pintores y literatos de la época, pero también a artistas anteriores, como Uccello, Seurat o Moreau. Esto significa que más que un estilo era entendido como una actitud mental básica que hubiera existido desde siempre.

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Un ejemplo de surrealismo antes del surrealismo. Moureau.

Sin embargo, aunque siempre hubo artistas que se inspiraron en lo onírico, lo trascendental, lo irracional o lo absurdo, el surrealismo solo se abre a una comprensión más precisa cuando se considera un movimiento artístico vinculado a una época determinada, concretamente a los años transcurridos entre las dos guerras mundiales.

Algunas citas que nos ayudan:

  1. 1910. Freud publica Sobre el psicoanálisis / Kandinsky pinta la primera acuarela abstracta
  2. 1911. Guillaume Apollinaire acuña el término orfismo
  3. 1912. Primera exposición futurista celebrada en París
  4. 1914. Estalla la guerra en Europa.
  5. 1915. Einstein desarrolla su teoría de la relatividad generalizada
  6. 1916. Nace el movimiento dadaísta en el cabaret Voltaire de Zurich.
  7. 1918. Fin de la IGM.
  8. 1919. Se funda la Bauhaus en Weimar / Robert Weine filma El gabinete del doctor Caligari
  9. 1925. Se proyecta en los cines La quimera de oro, de Chaplin.
  10. 1926. Fritz Lang filma Metrópolis
  11. 1929. Se funda en Nueva York el museo más importante de la época moderna, el MoMA / Buñuel y Dalí filman Un perro andaluz
  12. 1930. La proyección de L’âge d’or, de Dalí y Buñuel en París da lugar a violentos altercados por parte de grupos de la derecha
  13. 1937. Picasso expone Guernica en la Exposición Internacional de París

Crítica a la sociedad próspera
Hay dos hechos que influyeron en la génesis del movimiento surrealista. (1) Por una parte, los artistas que coincidieron en París a principios de los años 20 compartían un profundo desprecio por la sociedad burguesa y materialista. Para ellos, fue responsable de la Primera Guerra Mundial, de sus efectos y consecuencias. Y, además, la despreciaban por la superficialidad autocomplaciente de la vida, por la fe en la omnipotencia de los logros técnicos y científicos. Para ellos, se había sucumbido en una degeneración a la que sólo se podía hacer frente con un anti-arte nuevo. Los dadaístas habían comenzado ya esta carrera y a ella se sumaron los surrealistas, aunque con la voluntad de proceder más organizadamente. Para Breton, el surrealismo no se limitaba al arte, sino que debía dirigirse a todos e introducir cambios en la sociedad y en las conciencias.

(2) Las ideas de Freud influyeron de manera decisiva. Había en sus teorías un redescubrimiento de la imaginación y del sueño que habían sido relegados a un segundo plano por la visión racional de la época. Según Breton los devolvía al lugar que les correspondía. Freud describió el subconsciente como la realidad que domina nuestros actos y pensamientos. Para los surrealistas habilitaba al artista a eludir el control de la razón. El objetivo de Breton era la creación automática, aquella “que fluyese con la máxima rapidez posible, no sometido en absoluto al juicio crítico del sujeto, que no representase ningún tipo de reserva y que en la medida de lo posible fuera pensamiento hablado”. Es lo que denominó como écriture automatique.

De izquierda a derecha, Tristan Tzara, Paul Éluard, André Breton, Hans Arp, Salvador Dalí, Yves Tanguy, Max Ernst, René Crevel y Man Ray, plana mayor del surrealismo

Automatismo
La realidad de la escritura automática era más simbólica que práctica, pero es cierto que se buscaba alimentar la creatividad desde las profundidades del subsconsciente, desde el sueño y la alucinación, al mismo tiempo que se deseaba eliminar las fuerzas racionales en la medida de lo posible. Se introducen en las artes plásticas procedimientos que, de acuerdo con el medio correspondiente, exploran nuevas fuentes irracionales de la actividad creadora.

Por ejemplo, Max Ernst descubrió el efecto alucinatorio resultante de los collages, esto es, de la combinación de elementos plásticos procedentes de contextos diferentes. Los motivos de catálogos comerciales, ls representaciones anatómicas y los grabados antiguos le proporcionaban la materia prima para sus collages. Ernst expone sus ideas sobre el collage en su ensayo Au-delà de la peinture (Más allá de la pintura).

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Collage, Max Ernst.

En 1925, Ernst descubre el frotagge, procedimiento habitual entre los niños: cede mucho espacio a lo casual en la labor creadora del artista. El pintor frota un lápiz o un pincel casi seco sobre la superficie de papel o de tela colocada encima de una base áspera, dando lugar a la visualización del veteado de esta última.

Las ideas para este artículo se han extraído del libro de Cathrin Klingsöhr en su libro Surrealismo para la editorial Taschen.


SALVADOR DALÍ
(Figueras, 1904 – 1989)

Como explica Margarita Perera en su libro “Dalí”, Salvador Dalí tuvo una infancia privilegiada. Su padre, bien aconsejado, no dudó en apoyar la vocación que tuvo por la pintura. Dalí, de niño, no paraba de dibujar. A los 7 años le apuntó en la escuela municipal y Esteban Traiter, un profesor, decía que se aburría tanto en clase que pasaba el tiempo inventando falsos recuerdos y dejándose llevar por el poder sugerente de las formas de las manchas de humedad de clase. A los 13 años, su padre lo matriculó en la Escuela Municipal de Dibujo de Figueres. Estaba entusiasmado: terminados los estudios, ganó la beca para ir cuatro años a la Academia de Roma.

Antes de nacer, Dalí tuvo un hermano que murió antes de cumplir dos años. Se llamó también Salvador y, según el pintor, esto le creó gran angustia. En sus Confesiones inconfesables acusó a sus padres de cometer un “crimen subconsciente” al ponerle el mismo nombre que a su hermano muerto. Tenía una foto de su hermano en su habitación, como si fuera un pantocrator, al lado de una reproducción de Cristo de Velázquez. Le creó un gran problema de identidad. Dalí explica que desde pequeño tuvo una lucha por reconquistar sus derechos y reclamar la atención, recurriendo al narcisismo.

Sus pinturas de 1919 y 1920 eran extraordinarias. Tenía solo 15 años. Decía en su diario estar poseído por el impresionismo. Le gustaba pintar paisajes y puestas de sol. Le preocupaba muy poco el dibujo y le interesaban la luz, los colores y la armonía entre ellos.

En la Residencia de Estudiantes de Madrid
En 1922, Dalí empezó sus estudios de pintura en la Academia de San Fernando de Madrid y durante esos años vivió en la residencia de Estudiantes, un colegio mayor progresista que se convirtió en punto de referencia de la modernidad del Madrid de los años 20. Pero las clases de Bellas Artes le decepcionaron.

Entonces comenzó a visitar constantemente el Museo del Prado, leía la revista L’Esprit Nouveau, que le ponía al día del cubismo de Picasso y muchos libros sobre arte. Dalí había llegado a Madrid con pinta de pintor bohemio, pero era muy tímido. Pasaba el tiempo en su habitación pintando cuadros cubistas. Dalí había entendido que el futuro no estaba en el impresionismo, y su espíritu inquieto le llevó a una revisión del cubismo. Cuando lo descubrieron sus compañeros, pasó de ser raro a ser admirado, y surgió una amistad que favoreció el clima cultural muy fecundado, la Generación del 27, de la que Dalí formó parte. También Federico García Lorca y Luis Buñuel, con quien rodó algunas películas.

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Salvador Dalí, Federico García Lorca y Pepín Bello, en la Residencia de Estudiantes, en 1923.

Su estancia en la residencia coincidió con la traducción al castellano de La interpretación de los sueños de Freud. Fue un hecho decisivo en la carrera de Dalí, que tenía entonces 19 años. 

Muchacha de espaldas, 1925. La hermana de Dalí, protagonista de este retrato, explicó la obra: «Los retratos míos que mi hermano pintó en esta época son incontables. Muchos de ellos eran meros estudios de los bucles y de un hombro siempre descubierto. Pintaba paciente e infatigablemente, y a mí no me cansaba posar para él, pues nunca me ha aburrido el permanecer quieta y silenciosa. […] Durante las horas en las que le servía de modelo, yo no me cansaba de observar aquel paisaje que ya, para siempre, ha formado parte de mí misma. Pues siempre me pintaba cerca de alguna ventana. Y mis ojos tenían tiempo de entretenerse en los detalles más pequeños». 

Los veranos Dalí salía de la residencia y volvía a Cadaqués. En esos meses, pintaba a su hermana que hacía de modelo para él. Se ha denominado la época Ana María. Ana María aparece casi siempre con una ventana al lado. La ventana es, por tradición de muchos pintores, un asomarse al mundo, una manera de relacionar, enfrentándolos, el mundo interior y el exterior.

Paralelamente a esta serie, desarrolla entre 1923 y 1925 una serie de obras que le introduce directamente en la vanguardia. El Cubismo de Dalí es muy peculiar. Ver Naturaleza muerta, 1924. Bretón había escrito su primer Manifiesto Surrealista, a partir de entonces muchos artistas sintetizarán formas cubistas y contenido surrealista.

La academia tradicional ya no podía ofrecer nada nuevo sino, por el contrario, reprimir las ansias renovadoras de artistas como Dalí, expulsado de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. Margarita Perera

Época Lorca
En 1925, Dalí invitó a Lorca a ir a Cadaqués, donde quedo maravillado por la belleza del paisaje. El padre de Dalí lo acogió como un hijo más. Al año siguiente, Dalí hizo su primer viaje a París. Quería visitar a Picasso y fue antes a su estudio que al Museo del Louvre. Pero de este viaje, le quedaría grabada la visita al estudio de Jean Francois Millet y ahí empezaría su fascinación por El Angelus. Ese año, además, es expulsado definitivamente de la Escuela de San Fernando, por negarse a ser examinado por un tribunal que consideraba menos calificado que él.

Volvió a Cadaqués sin maletas, sin dinero y sin título. Su padre se desmoronó al ver arruinado el futuro de su hijo como profesor. Margarita Perera

Dalí presurrealista. En 1927, Miró y Loeb visitaron a Dalí en Figueres. Miró ya llevaba unos años en París, y conocía el círculo surrealista y su éxito empezaba a ser notorio. Cuando Dalí llega de nuevo a París en 1928, Miró le presentó a Breton. Dalí frecuentaba el bar de La Coupole, donde se reunía la bohemia parisense, el café de la Place Blanche, lugar de reunión de Breton y su grupo y el baile Tabarin, donde por primera vez le hablaron de Gala. Dalí ya le escribía a Lorca una carta en la que le explicaba qe frente a la necesidad intelectual del cubismo, había otras necesidades, más violentas e inconscientes, que no estaban regidas por un orden.

El Manifiest Groc. Dalí firma un manifiesto con Sebastià Gasch y Montanyá. En él se proclama la depuración de todo lo que no sea novedoso, criticando la tradición cultural catalana y saliendo en defensa del antiarte. Desencadenó en Barcelona la fundación en 1932 de ADLAN, Amigos de Arte Nuevo, un grupo que se declaraba abierto a todo arte nuevo, aunque el intento quedó truncado por la Guerra Civil. El manifiesto se tradujo al castellano en Gallo, la revista de García Lorca, y tuvo resonancia en los medios. Se defendían los grandes artistas del momento, como Picasso, Gris, Miró y los surrealistas.

Los primeros días de la primavera, 1929. Ver obra. Dalí no se recata en sus alusiones eróticas y en su capacidad para provocar. Lo cotidiano se nos puede aparecer como siniestro, algo que también tiene raíces freudianas. A la derecha,e l hombre con barba ha sido visto como Freud. 

Las claves del surrealismo
Mientras Dalí, en 1923 en la Residencia, se interesaba por el inconsciente, los sueños, las asociaciones de ideas y las obsesiones, Breton, en París (poeta y estudiante de Medicina) experimentaba métodos de investigación del psicoanálisis sobre los sueños. Breton, basado en Freud, descubre el funcionamiento del inconsciente que permitía, mediante los sueños, zambullirse en lo más profundo de lo desconocido: el inconsciente. En 1924 publica el Primer Manifiesto Surrealista.

  1. Las asociaciones libres. Es el encuentro fortuito entre cosas heterogéneas, imposibles en el espacio y ene l tiempo, pero se pueden ver formalizadas en el lenguaje de los sueños. Se sirve del automatismo para favorecer las asociaciones. Para Freud las imágenes oníricas eran en su mayoría sexuales y esto encantó a los jóvenes surrealistas. También interesaron otros poetas, como Baudelaire, por su interés por el abismo onírico del hombre. El surrealismo pretendía potenciar el poder creativo del hombre para conseguir la revolución interior que permitiría, finalmente, experimental la libertad espiritual. Los medios para abordar el mundo interior ya los ofrecía el psicoanálisis.
  2. El automatismo. Breton le dio un uso poético, pues lo usaba como medio para escapar del dominio de la razón y la lógica. Las actividades automáticas pueden ser múltiples: escribir, hablar, dibujar y pintar. Por ejemplo, fue práctica de los surrealistas caminar por París, perdiéndose sin rumbo por sus calles, para descubrir el encanto de lo cotidiano en las calles por donde se pasa todos los días sin fijarse en nada. Se trataba de vivir poéticamente y recuperar la soberanía de la imaginación. Bretón lo definió así en el Primer Manifiesto: “Automatismo psíquico puro, por medio del cual se intenta expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otra manera, el funcionamiento real del pensamiento, en ausencia del control ejercido por la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral”. Las experiencias oníricas bajo la hipnosis y la escritura automática fueron dos de los campos más explotados para llegar a la poesía onírica.
  3. La pintura surrealista. Aunque el surrealismo no fue solo un movimiento pictórico, el interés por fijar las imágenes del sueño hizo necesaria su representación según dos vías principales. La primera representa el automatismo como proceso y está ligada a la abstracción: se trata de provocar la aparición de formas al azar, y la pintura no es lugar para la representación, sino que se convierte en acontecimiento del acto pictórico, en el que éste se manifiesta libre de racionalización. La segunda trata de representar el automatismo a través de las imágenes oníricas. Fijar las imágenes de los sueños que siempre se desvanecen. Dalí pertenece al grupo de artistas que trataron de fijar los sueños. No había que relatar un sueño, sino reflejar el mundo onírico.
  4. La poética de los sueños. Valoraron el sueño como una forma de conexión entre el consicente y el inconsciente, una analogía entre las imágenes del sueño y las de la poesía. Se daba un valor mágico a las imágenes oníricas que, ya en la vigilia, darían lugar a la poesía onírica. Se intentaba llegar a una armonización entre sueño y realidad. Para ello, trataban de recordar, recitar e interpretar sus sueños.

No se trataba de representar nuestra manera de ver el mundo exterior, sino nuestra manera de percibir nuestro interior, con toda la incoherencia de lo irracional inconsciente, puesto que también es realidad. Se trataba de zambullirse en él, tratando de liberar, en lo posible, nuestro potencial interior, creyendo que, en ese proceso de toma de conciencia de nuestro otro yo desconocido, el inconsciente, se podría llegar a experimentar una mayor libertad espiritual, objetivo fundamental del surrealismo. Margarita Perera

Época Gala
Le habían hablado mucho de ella y sin conocerla ya soñaba con Gala. Pinturas como Las acomodaciones de los deseos, 1929Dalí ya se había inspirado en ella. En verano de ese mismo año se conocen y fue amor a primera vista. Ella le ayudó a liberarse de cuanto le atormentaba y contribuyó a su liberación personal y espiritual. Los dos fueron juntos al estreno de Un perro andaluz, en 1929, película que rodó con Buñuel. Para él, era un cuadro suyo en movimiento. Dalí veía el cine aburrido, basado solo en la retórica visual, casi musical, de planos, travellings, fundidos y con sentimental montaje. Fue considerada la primera película surrealista.

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Un perro andaluz, rodada por Buñuel y Dalí, fue considerada la primera película surrealista.

Dalí y Buñuel se incorporan en un año clave, pues algunos surrealistas estaban abandonando el grupo. Breton se encontró muy contento con su llegada. Entonces Dalí hace su primera exposición individual en París, donde expone su obra anterior y pone en evidencia que ya era un surrealista antes de pertenecer al movimiento surrealista como tal.

El Método Paranoico-Crítico
Dalí hizo una gran aportación al surrealismo con su método paranoico crítico. Dalí publica en 1930 La femme visible, donde expone la pasividad del automatismo y el caracter activo de la paranoia. Lo definió como:

Método espontáneo de conocimiento irracional basado en el poder repentino de asociación sistemática, propio de la paranoia, mediante el cual sería posible sistematizar la confusión y contribuir al descrédito total del mundo de la realidad.

Lo duro y lo blando, lo inconsciente y lo consciente, el sueño y la vigilia… toda contradicción humana queda aceptada. Dalí basó su método en la creación de imágenes simultáneas a partir de una sola visión. Absorbiéndose en la contemplación de un objeto, se puede hacer aparecer un segundo estado, incluso múltiples, liberando dicho objeto de su significación convenida. Es decir, una imagen o idea pueden desatar la imaginación hasta conectar con lo más arbitrario y peregrino que uno pueda presuponer.

Mientras definía su método, Dalí experimentaba sus imágenes de doble figuración. En ellas, Dalí aplicó la teoría psicológica de la Gestalt, concretamente en todo lo que se refiere a la relación figura-fondo, un juego visual en el que las imágenes pueden funcionar indistintamente como figura o como fondo y es el ojo el que debe elegir cómo lo ve; por tanto, es imprescindible la participación del espectador.

Guerra Civil española
En 1934, se proclama la declaración del Estado Catalán dentro de la República Federal española. Fueron años complicados, previos a la Guerra Civil. Gala y Dalí se fueron a Nueva York. Explica Perera que a pesar de que el Guernica de Picasso se ha considerado como la máxima expresión de la crueldad de la Guerra Civil, las obras de Dalí entre la realidad y las imágenes oníricas definen mucho mejor un conjunto de terribles situaciones congénitas al drama de la guerra a veces casi fotográfica.

En 1938, Dalí conoce a Freud. Pudo ir a su casa de Londres a visitarle. Stephan Zweig preparó la entrevista y le acompañó. A Freud le interesó mucho más que los demás surrealistas. Este encuentro fue importante para Dalí, sintió que las ideas de Freud fueron como muletas para su genio. Se sintió orgulloso por haber cambiado su opinión sobre los surrealistas.

Sin embargo, a Breton no le gustó la iniciativa de haber ido solo a ver a Freud. Sin contar con él. Después de múltiples tensiones entre Breton y Dalí, Dalí decía:

Yo no soy surrealista, soy el surrealismo. Dalí

Breton y Dalí, además, comenzaron a tener diferencias en cuanto a unir arte y política. A Dalí le parecía contradictorio buscar la libertad espiritual en la imaginación poética y por otro lado dejar movilizar sus movimientos para defender unas causas que solo podían resolver las fuerzas de la historia.

Dalí en Nueva York
Con la invasión de Hitler y el inicio de la IIGM muchos artistas se fueron a Estados Unidos. Nueva York comienza a asumir el relevó de ciudad artística.Dalí ya había vivido y expuso en Nueva York. Allí le encargan la decoración de los escaparates de la Quinta Avenida, cristales que rompe al ver unos cambios que él no había autorizado en las obras. La policía lo detuvo y el escándalo aseguró una gran expectación para su próxima exposición.

Breton dio por terminada la relación con Dalí en 1941, cuando Dalí anunció su conversión al catolicismo y al clasicismo. La apoteosis de Homero, obra de 1945, se reconoce como la última obra surrealista de Dalí.