Posimpresionismo. El camino a la expresión: Van Gogh y Toulousse Lautrec

Van Gogh y Toulouse Lautrec abrieron la vía de la expresión en el arte del siglo XX.

Antes de entrar en la obra de los dos artistas, comencemos comprendiendo que el posimpresionismo es uno de los momentos claves del siglo XX. Ayuda a comprender la diversificación de caminos que toman los artistas a partir de este momento.

En él, incluimos a Van Gogh, a Lautrec, pero también a Gauguin y Cézanne.  El posimpresionismo engloba los estilos personales que tomó cada artista y que se plantearon como una extensión del impresionismo y, al mismo tiempo, como una solución a las limitaciones de este. Surge sobre 1886.


VINCENT VAN GOGH
(1853 – Auvers 1890)

El artista Van Gogh muere a los 37 años, y hay que considerar que su obra pictórica está realizada en pocos años de su vida, ya que no se dedicó al arte desde el comienzo. Fue esencialmente autodidacta. En 1879 se convirtió en pastor protestante y acudió a Bélgica como misionero. De hecho, allí hizo sus primeros dibujos, que presentaban a personas de la comunidad.

Campesino quemando malas hierbas, 1883.
Tejedor mirando hacia la izquierda, 1884.

La pintura El tejedor en el telar, de mayo de 1884, expresa la dureza y el esfuerzo de este oficio, pero también la dignidad del personaje, aquí Van Gogh demuestra la solidaridad y su identificación con el protagonista, intentando representar el ideal de una sociedad libre de la industrialización y hace una alabanza al trabajo artesanal. parece integrar al personaje hasta conseguir que llegue a formar parte de la máquina.

“Sí, el cuadro de Millet, el Angelus del anochecer, «es algo», es magnífico, es poesía”, Van Gogh en Cartas a Theo.

Al fracasar sus labores como misionero, parece que Van Gogh quisiera seguir haciendo lo mismo pero a través de la pintura. Asunto que se retrata en la película El loco del pelo rojo. En este periodo, que se ha denominado como realista, es Millet a quien toma como referente.

Campesinos, tejedores, sembradores… hombres de trabajos serviles aparecen en su obra como los protagonistas del campo que aparecen en la obra de Millet. Los tonos son oscuros: ocres y negros. Los personajes, siempre humildes.

Durante la primavera de 1885 pintó la que se considera una de sus grandes obras tempranas: Los comedores de patatas. Hasta entonces sus esfuerzos se habían centrado siempre en la representación de una figura, en esta obra se encontró con la dificultad de tener que coordinar cinco personajes y conseguir relacionarlos. Sitúa al espectador en un hogar, donde cinco personas agotadas participan de una humilde comida y café.

Los comedores de patatas, Van Gogh.

Los comedores de patatas. Sitúa al espectador en un hogar, donde cinco personas agotadas participan de una humilde comida y café. Carta a Theo: “He querido poner conscientemente de relieve la idea de que esa gente que, a la luz de la lámpara come patatas sirviéndose del plato con los dedos, trabajó asimismo la tierra en la cual las patatas han crecido; este cuadro, por tanto, evoca el trabajo manual y sugiere que esos campesinos merecen comer lo que honestamente se han ganado. He querido que haga pensar en un modo de vivir muy diferente al nuestro. Así pues, no deseo en lo más mínimo que nadie lo encuentre ni siquiera bonito ni bueno”.

En 1886, Van Gogh se mudó a París, a vivir junto a su hermano Theo, a quién avisó con esta nota: “Estaré en el Louvre desde el mediodía, o antes, si lo deseas”. Se instalaron en Montmatre y empezó a codearse con los artistas de la época que allí se reunían. Conoció a Bernard, Lautrec y se hizo amigo de Gauguin, Seurat, Signac, Pissarro o Cézanne. Van Gogh, como muchos pintores de la época, admiraba el arte Japonés: HokusaiHiroshigeUtamaro. Prueba de ello son las réplicas que realizó de grabados japoneses.

“Envidio a los japoneses por la increíble claridad de la que están impregnados todos sus trabajos. Nunca resultan aburridos ni hacen el efecto de haberlos realizado deprisa… Su estilo es tan sencillo como respirar”, Van Gogh.

Aplicó los descubrimientos del impresionismo, como las nuevas teorías sobre la luz y el tratamiento divisionista de los tonos. El artista consiguió ir añadiendo colores más ricos y luminosos a su paleta. Practicó pintando paisajes urbanos del barrio de Montmartre y naturalezas muertas ya con colores más vivos; los rojos, amarillos y azules con sus complementarios ya se pueden apreciar casi en todas sus pinturas de este periodo.

Puente sobre el Sena, de su época impresionista, 1987.

París supuso una de sus épocas más fértiles en cuanto a aprendizaje. Su arte se inclinó hacia el impresionismo, pero por otro lado, la absenta y la fatiga mental agravaron su condición física.

En febrero de 1888 Van Gogh llega a Arlés, en el sur de Francia. Es la época donde Van Gogh realiza las obras que más reconocemos hoy en día. Son sus últimos tres años de vida, y Van Gogh pintará a un ritmo frenético, siempre y cuando su salud se lo permita.

Nada más llegar, el artista se instala en un hotel pequeño. Enamorado de la luz del mediterráneo que la ciudad le ofrecía, escribía a su hermano Theo sobre las posibilidades que se le abrían en su camino artístico y que la agitada y burguesa vida de París estaba obstaculizando: “Aquí ya no hace falta para nada el arte japonés, porque me imagino estar en el Japón y nada más necesito abrir los ojos y ver lo que tengo delante”. 

Pintó la naturaleza de los alrededores, como los campos de trigo y el canal de la ciudad. Ya en este periodo comienza a utilizar las pinceladas ondulantes y los colores amarillos, verdes y azules, tan característicos de su obra pictórica.

Puente de Langlois con lavanderas, Van Gogh.

Puente de Langlois con lavanderas. Al fondo de la composición, aparece el puente con un carruaje sobre él, mientras que en primer plano se puede ver un grupo de mujeres lavando. El sol inunda la escena, lo cual recuerda a sus aprendizajes impresionistas. La pincelada es muy rápida, no hay recreación en los detalles. 

Al comienzo de su estancia en Arlés, también se dedica a la realización de retratos. Aunque los artistas tenían dificultades para encontrar a gente que posara para ellos, podemos encontrar en los retratos de Van Gogh a unos buenos amigos, como el caso del Cartero Roulin.

El cartero Roulin. Vincent hizo un gran número de obras dedicados a esta familia: tanto a él como a su mujer y sus tres hijos. Roulin viste un uniforme de Correos con gorra incluida, lo que hace que el espectador entienda que retrata a un trabajador. Su figura se recorta sobre el fondo. En las manos se aprecian las pinceladas rápidas y enérgicas del artista. 

Con la intención de crear un taller de artistas, alquiló en mayo “La casa amarilla” en Place Lamartine, situada al norte de la ciudad. Lo llamó el Atelier du Midi. Theo le volvió a enviar dinero, 300 francos esta vez, para alquilar y acondicionar la casa. Van Gogh pidió a su hermano, en las cartas, la colaboración de artistas que él conocía como Seurat, Signac o Bernard. También insistió en Gauguin, pero éste vio en el Atelier un plan poco inocente por parte de los hermanos:

“Por más que me aprecie, no creo que Theo se preste a mantenerme en el Midi solamente por mi cara bonita. Con su carácter frío holandés ha estudiado el terreno y proyecta alguna cosa”, decía Gauguin.

Pero Theo acabó pagando las deudas de Gauguin a cambio de acompañar a su hermano en la nueva aventura del Atelier, así que Gauguin viajó hasta Arlés. Mientras, Van Gogh había realizado una serie de obras para decorar la casa y, en especial, la habitación de Gauguin.

Jarro con doce girasoles, de Van Gogh.

Jarro con doce girasoles. Es una serie de pinturas sobre el mismo tema. Los colores son vibrantes y expresan emociones que son asociadas con la vida de los girasoles: de amarillos brillantes en las flores a morenos áridos de mustio y muerte; todas las etapas son presentadas. Hay quien ha visto en esta obra un autorretrato, por la identificación del autor con la expresión artística. 

La casa amarilla. En esta ocasión, Van Gogh pinta la casa amarilla, lo que él denominó como el Atelier du Midi. Un edificio que se derruyó en la Segunda Guerra Mundial. Se mudó en el mes de septiembre, poco después de escribir a Theo: “Mi querido Theo, por fin estamos en el buen camino. Ciertamente, no importa estar sin hogar y vivir en los cafés, como un viajero, cuando se es joven, pero esto se ha vuelto insoportable para mí”. 

La habitación de Arlés. La pintó hasta en tres ocasiones. En una carta dirigida a su hermano Théo, Vincent explica lo que le incita a pintar una obra semejante: quiere expresar la tranquilidad y resaltar la sencillez de su dormitorio mediante el simbolismo de los colores. Mediante estos diferentes tonos, Van Gogh hace referencia a Japón, a sus crespones y a sus estampas. Se justifica de este modo: «Los Japoneses han vivido en interiores muy sencillos y que grandes artistas han vivido en este país». 

Gauguin fue quien impulsó a Van Gogh para que pintase lugares históricos de la ciudad. Entre ellos, Van Gogh solía frecuentar el Café de Noche.

Terraza del Café de Noche. “Esto es lo que aquí llaman un “café de noche”… Los vagabundos nocturnos pueden encontrar asilo aquí cuando no pueden pagarse un alojamiento o cuando están demasiado borrachos para que los admitan en otro lugar. En mi cuadro Café de noche he intentado expresar que le café es un lugar en el que uno puede arruinarse, volverse loco, cometer un crimen. Finalmente he buscado, a través de los contrastes entre rosa suave y rojo de sangre y vino, los verdes claros Luis XV y Veronés en contraste con los verdes amarillentos y los verdes azulados duros, crear una atmósfera de horno infernal, de azufre desvaído, para expresar el poder de las tinieblas de un tabernucho”.

Gauguin y Van Gogh pintaron, juntos, lugares históricos de la ciudad y las vistas de los campos. También se retrataron el uno al otro. A la izquierda, las obras de Paul Gauguin. A la derecha, las obras de Van Gogh. 

Hay quien ve en este último retrato de Gauguin a Van Gogh algo de envidia hacia la visión y misión artística de Vincent. Le retrata como un pintor de bodegones, es decir, de un género menor, y con apariencia de persona con alteraciones mentales.

Lo cierto es que con el paso de las semanas, la convivencia entre los artistas fue empeorando debido a las diferencias, tanto personales como artísticas. Pasados menos de dos meses, Gauguin dejó Arlés con rumbo a París y ya no volvió a tener contacto con Vincent.

Autorretrato con oreja vendada, Van Gogh.

De este altercado entre los artistas, surge el famoso corte en la oreja de Van Gogh. Y aunque Gauguin escribió en sus memorias que Van Gogh le amenazó y persiguió con una navaja, no hay pruebas de lo sucedido.  Al regresar a casa Van Gogh pintó Autorretrato con oreja vendada, del que existen dos versiones. Ambos muestran un vendaje en la parte derecha, de lo que se deduce que debieron de ser pintados delante del espejo, puesto que la oreja herida fue la izquierda.

Al día siguiente lo encontrarían inconsciente, por lo que permaneció recluido en el hospital por 14 días. Ya presentaba síntomas de manía persecutoria. En marzo, atendiendo una petición de los vecinos que avisaron a la policía, fue ingresado en el Hospital de Arlés.

Los últimos años de Van Gogh estuvieron marcados por sus permanentes problemas psiquiátricos, que lo llevaron a ser recluido en sanatorios mentales de forma voluntaria. En el último de ellos, donde ingresó el 8 de mayo de 1889, tenía dos habitaciones, una de ellas habilitada para servirle de taller.

En esta época, su pintura se caracteriza por remolinos, como se puede observar en una de sus pinturas más conocidas: La noche estrellada.

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La noche estrellada, Van Gogh.

La noche estrellada. El cuadro muestra la vista exterior durante la noche desde la ventana del cuarto del sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence, donde se recluyó hacia el final de su vida. Sin embargo, la obra fue pintada durante el día, de memoria.

En el hospital, volvió a tener la necesidad de copiar a pintores que admiraba, por lo que pidió a Theo que le enviase láminas de reproducciones, a partir de las que él interpretaba el color a su manera. También volvió a copiar algunas de sus pinturas favoritas, como Millet.

Durante los últimos meses de vida, llegó a realizar 500 obras. Pintó a un ritmo frenético, más de una obra al día.

“Tuvo arrebatos de desesperación y alucinación que le impedían trabajar, y entre ellos, meses en los que pudo hacerlo y lo hizo marcado por el éxtasis extremo visionario”, Hughes.

La depresión empeoró y el 27 de junio de 1890, a los 37 años, mientras paseaba por el campo, se disparó en el pecho con un revólver.