Postimpresionistas. Construir la forma: Paul Cézanne

Para muchos de los pintores de la vanguardia, especialmente Matisse y Picasso, Cézanne sería el padre de la modernidad.

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Paul Cézanne (1839 – 1906)

Este último escribió: “Cézanne era mi sólo y único maestro. No creáis que me limitara a mirar sus cuadros. Pasé años estudiándolos. Cézanne era como un padre para todos nosotros”. Como veníamos explicando anteriormente, Cézanne se encuentra dentro de los artistas del impresionismo que se desmarcan de éste y siguen un camino individual.

Durante su vida, fue un pintor que trabajo en medio de un gran aislamiento. Desconfiaba de los críticos, tenía pocos amigos y, hasta 1895, expuso sólo de forma ocasional. Fue un «pintor de pintores», que la crítica y el público ignoraban, siendo apreciado sólo por algunos impresionistas y, al final de su vida, por la nueva generación.

Es rechazado de la Academia de Bellas Artes
Se inscribió en la Academia Suiza, una academia privada en la que trabajaba con modelos del natural, y en la que no había exámenes ni lecciones, todo ello para preparar el examen de ingreso en la École des Beaux-Arts. Cuando rechazaron su candidatura a Escuela de las bellas artes, regresó a Aix y aceptó un empleo en el banco de su padre. Sin embargo, en 1862 decidió volver a París para consagrarse definitivamente a la pintura, pasándole su padre una pensión de 125 francos. Reanudó su amistad con Zola y continuó sus estudios en la Academia Suiza, donde conoció a Camille Pissarro, pintor mayor que él aunque poco reconocido, que vivía con su numerosa familia en una zona rural a las afueras de París.

Vive y admira a los pintores que se desmarcan del estilo clásico
En el Museo del Louvre descubrió la obra de Caravaggio y de Velázquez, lo que marcó profundamente su evolución artística. Cézanne se sintió de inmediato atraído por los elementos más radicales del mundo artístico parisino. Admiraba sobre todo al pintor romántico Delacroix y, entre los artistas más jóvenes, a Courbet y a Manet, que exponían obras de estilo y temas chocantes para sus contemporáneos.

Expone con los impresionistas
Aunque parecía tener menos dominio de la técnica que los otros impresionistas, Cézanne fue aceptado dentro del grupo. Expuso en la primera muestra impresionista celebrada en el estudio del fotógrafo Nadar en 1874: se expusieron Una moderna Olimpia.

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Una Olympia moderna, 1870. Entrega de este modo una interpretación mucho más atrevida del tema de Manet. El contraste entre la desnudez de la mujer desvelada por su sirvienta negra y la elegante indumentaria del hombre vestido de negro, que además se parece sorprendentemente a Cézanne, que la mira en espectador, contribuye a proporcionar a la escena un carácter erótico y teatral. El efecto está todavía más marcado por la presencia de la cortina colgada en la izquierda. El cuadro de Cézanne incluye muchos de los elementos que aparecían en la obra de Manet, pero con algunas variaciones: la cortesana desnuda, tumbada sobre una sábana blanca, la sirvienta negra, que en este caso se encarga de descubrir los encantos de la joven frente al cliente, y las flores, que en vez de ser en formato ramo están dentro de un enorme jarrón. El gato negro del cuadro de Manet se convierte aquí en un gracioso perrito negro. A la izquierda, Cézanne ha pintado un bodegón, que se convertirían con el tiempo en la fruta fetiche de los bodegones del artista. En el cuadro de Manet, el cliente de la bella prostituta era el espectador que estaba frente al lienzo. Cézanne ha preferido meterle directamente en la composición: un elegante señor burgués al que se le ha caído la chistera al suelo de la emoción. De esta forma, nos deja claro que la mujer representada no es una odalisca intemporal, sino una cortesana de su propia época.

El año 1886 fue crucial: se casó con Hortense y, en octubre, murió su padre. Le dejó en herencia la finca que había adquirido en 1859. Cézanne tenía 47 años de edad y por fin consiguió la independencia económica, gracias a la gran herencia que recibió.

El padre del artista

El padre del pintor. Cézanne presenta a su padre leyendo el periódico L´Evénement, diario en el que su amigo Zola había publicado algunos artículos criticando la actitud del Salón y defendiendo a la nueva pintura, especialmente a Manet. La actitud del modelo ha sido captada reflejando de manera correcta la concentración a la hora de realizar su lectura. Las pinceladas son tremendamente rápidas y empastadas, aplicando el color tanto con pincel como con espátula. Renuncia a los detalles, a excepción de la cabecera del periódico cuyas matizadas letras contrastan con la emborronada contraportada. Las tonalidades oscuras abundan en el conjunto, contrastando con el sillón y el papel del diario, las únicas notas claras en el lienzo.

 

Géneros

El retrato
Retrato de un campesino es de los últimos cuadros que realiza antes de su muerte. Esta situado en la terraza del estudio de Cézanne, desde lo cual pintaba lo más cercano (las flores, las macetas) y lo más lejano (montaña Santa Victoria). La cara ha quedado sin definir. Sabemos que muchas veces los dejaba sin completar y luego, frente al espejo, los terminaba. En esta ocasión no sabemos. El muro amarillo divido la composición verticalmente en dos pero sobre todo en interior y exterior, el estudio y el aire libre. (Información extraída de la web del museo). 

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Campesino. Imagen del Museo Thyssen.

Sin embargo, Cézanne parece superar esta diferencia, pues los trazos de su chaqueta se confunden con el paisaje, con la vegetación del jardín. Desdibuja los límites entre figura y fondo.  Habla de la continuidad entre el hombre y naturaleza. Parece ser que es su jardinero, con una actitud tranquila que le proporciona una dignidad y serenidad comparable a los grandes retratos del Renacimiento.

«Quiero hacer del impresionismo algo sólido y duradero como el arte de los museos», Paul Cézanne. 

Los paisajes
Pasaba muchas horas explorando su terreno. Cézanne, como indica Guillermo Solana, tiene una fuerte inversión emocional del paisaje, no exploran por explorar, curiosidad ociosa, sino que tratan un paisaje por donde han vivido su infancia. Eso lo convierten lo elevan a la categoría de investigación artística.

Cézanne era un caminante incansable, cada día salía al campo a buscar el motivo. Con sol o con lluvia salía e incluso escalaba la montaña Santa Victoria con la mochila a la espalda. De hecho, murió de neumonía por caminar bajo la lluvia durante dos horas. Odiaba las carreteras modernas y prefería la belleza que para él tenían los viejos caminos.

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La curva del bosque, Cézanne.

La curva del bosque. Las curvas siempre han sido utilizadas por los pintores para llevar la atención hacia algún motivo del cuadro, pero Cézanne lo hace protagonista. Siempre aparece bloqueada por árboles, rocas o topografía del paisaje. / Los caminos de Cézanne no llevan a ninguna parte. Somete a las estructuras cubicas de interior. Simplificación y geometrización de las formas de la naturaleza: cilindros, conos y esferas. Reduce los objetos a volúmenes geométricos simples.

Los desnudos
Su serie las grandes bañistas no están hechas al aire libre. Cézanne pintó reiteradamente bañistas, renovando el tema de la
mujer en el baño, haciendo de él una construcción moderna. Las personas parecen fundirse con la naturaleza que los rodea. No son figuras mitológicas ni literarias, como hubieran hecho los pintores clásicos. Ni tampoco respeta los cánones de la anatomía clásica. Pinta a las bañistas en diversas posturas: unas de pie, otras sentadas, otras tumbadas. Los cuerpos y sus poses están reducidos a elementos vivos que están ya cercanos a la abstracción, y lo mismo cabe decir del paisaje. Las bañistas se integran en la naturaleza que las rodea.

Las bañistas, de Paul Cézanne.

Los bodegones
Para los impresionistas, el paisaje era un género realizado al aire libre y, el bodegón, de estudio. Pero podemos encontrar vestigios del pintor con la naturaleza. Están llenos de ecos de sus paisajes. Los manteles parecen montañas.
Hacía mucho tiempo que la pintura había dejado de ser para él una mera representación del mundo para convertirse en un proceso analítico de investigación de las estructuras constitutivas de la realidad, y para ello nada era más adecuado que la naturaleza muerta. Mezcla varios puntos de vista.