Egon Schiele: pornografía de comienzos del siglo XX

| Mélissa Laveaux – Les Cendres

Es Wally, la amante de Egon Schiele, el autor de este retrato. Hace poco volvió a manos de su propietario, tras haber sido confiscado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

Pero miren bien sus pinturas. Egon es capaz de transmitirnos una sensualidad extremadamente provocadora en todos esos retratos. Los rostros, algo girados, y siempre la mirada directa al espectador. Incitante y, por qué no, excitante.

Su pintura le costo la cárcel y la quema de algunos de sus dibujos. Vivía en un pueblo pequeño, Kruman (Austria), donde ni él ni sus obras gustaron; y fue detenido por corrupción de menores. Pintaba a algunos niños que se acercaban a su casa en actitudes desinhibidas con alto contenido erótico. Y Wally, su amante a la que retrató y hemos visto en la primera imagen, sólo tenía 17 años.

Pero no le entendieron, pues Egon sólo intentaba transmitir, junto a la alta tensión erótica, el drama de la angustiosa soledad del ser humano. De ahí que manifestará en ocasiones su profunda admiración hacia Edvard Munch, pintor también expresionista.