El Equipo Crónica llega al Bellas Artes de Bilbao. La exposición temporal permanece abierta hasta el 18 de mayo y recoge un total de 146 obras entre pinturas, esculturas, grabados, carteles y documentación original.
Ya se intentó, en otra ocasión, llevar a cabo esta exposición, pero no obtuvo el éxito que se esperaba. La historia de un país, España, bajo una dictadura estaba todavía demasiado presente como para rememorar alguno de sus episodios. De hecho, el comisario Tomás Llorens explica que fue demasiado “prematura y se vinculaba a un momento histórico que todos querían olvidar”. El Equipo Crónica estuvo activo desde 1964 hasta el año 81, con lo que realizaron su arte siempre a la sombra del Franquismo.
Siempre se ha comprendido a este grupo de artistas como aquellos que realizaban pop art español. Y es posible, siempre y cuando tengamos en cuenta el arte pop como un término muy elástico, pues los americanos y los españoles poco tuvieron que ver. Al otro lado del océano, las imágenes de sopas Campbell y los retratos de Marylin Monroe invadieron Nueva York de la mano de Andy Warhol. Aquí, todo fue diferente.
Equipo Crónica
Bellas Artes de Bilbao, Sala BBK y Sala 33
10 de febrero – 18 de mayo de 2015
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El pop español no era divertido
Rafael Solbes, Manuel Valdés, Joan Antoni Toledo o Eduardo Arroyo, algunos integrantes del grupo, hablaron y criticaron directamente la situación política de España y la propia historia del arte. Puede decirse que eran cronistas sociales. Sus cuadros no son meras formas estéticas, hay detrás un gran sentido y significado.
Es una pintura metapictórica, la pintura habla de la propia historia de la pintura. Las referencias a maestros del pasado son explícitas. Verán, en las salas, que ellos reinterpretaron algunos retratos reales de Velázquez. Claro, eran precisamente las imágenes que utilizaba en ese momento el Ministerio de Información y Turismo de Manuel Fraga como símbolo de la grandeza de España y estrategia de marketing.
Es un trabajo de grupo, de equipo. Aquí no había artistas con egos enormes. Solo gente con ganas de crear y que estaban convencidos de que “pintar era como golpear”, tal y como reza el título de uno de sus cuadros. Hoy nos esperan en las paredes del Museo Bellas Artes de Bilbao.
